Origen de los canelones y tipos de canelones

Aunque el origen de los canelones es relativamente reciente, su enorme versatilidad y delicioso sabor lo ha convertido rápidamente en un clásico de la cocina en todo el mundo. Los canelones son un plato festivo que sabe a tradición y es una de las primeras recetas que nos viene a la mente cuando recordamos las deliciosas comidas en casa de la abuela.

La palabra canelones proviene del término italiano “cannelloni”. El diminutivo de “canna”, que significa caña, es lo que hace alusión a la forma cilíndrica característica de esta pasta. Sin embargo, el origen de los canelones, tal y como lo conocemos, es más difuso.

El periodista italiano Gaetano Afeltra cuenta en su libro “Nascita dei cannelloni ad Amalfi” que los canelones surgieron en Amalfi en 1924 de las manos del chef Salvatore Coletta, quien después de varios experimentos preparó un plato al que denominó “canelones” y que rápidamente ganó fama en los alrededores de la ciudad.

Narra Afeltra que Salvatore le presentó el plato a Alfredo Vozzi, propietario del Hotel Cappuccini de Amalfi, quien decidió enviar la receta a la familia Barbaro, dueña del otro hotel de Amalfi, el Hotel Luna. Tras probar el plato, Andrea Barbaro, quien era un conocido gourmet, dio la orden de hacer sonar las campanas de la iglesia para compartir con el nacimiento de esta nueva receta: los canelones.

 

Hay quienes no comparten esta historia y afirman que el origen de los canelones debe atribuirse al napolitano Vincenzo Corrado, que en el siglo XVIII hervía un tipo de pasta en forma de tubo muy grande que luego rellenaba con carne y trufas, para luego terminar de cocinarla en una salsa de carne, aunque en realidad se trataba de los típicos paccheri de Campania que distan un poco de los canelones actuales.

En España los canelones se difundieron gracias a la cocina catalana. Se dice que esta receta llegó a las familias de la burguesía barcelonesa de la mano de los cocineros italianos. Los catalanes la incluyeron rápidamente en su recetario hasta convertirla en un plato tradicional, aunque con algunas modificaciones. De hecho, era habitual rellenar los canelones con la carne que sobraba de la cena navideña, la “carn d´olla”.

 

Tipos de Canelones

Canelones a la boloñesa

Se trata de un plato a base de carne en el que los canelones se rellenan con salsa boloñesa o ragú, elaborada con carne picada de ternera y cerdo, zanahoria, apio, cebolla y tomate, luego se baña en salsa bechamel para canelones y se le añade queso parmesano rallado para gratinar.

Canelones Rossini o cannelloni alla Rossini

Otro tipo de canelones que vale la pena destacar. Rellenos de carne o pollo con foie gras, trufas o champiñones y un toque de vino dulce, y bañados con bechamel, queso parmesano y/o trufa rallada, una receta que se le atribuye al compositor Gioachino Rossini, sobre quien se dice era un gran cocinero.

Canelones a la catalana

Uno de los tipos de canelones más populares en España. En esta receta, la pasta no se deja al dente, sino que se cocina bien y en vez de utilizar carne picada para el relleno, primero se asa la carne y luego se mezcla con las verduras sofritas antes de picarse. 

¿Sabías que....

la receta de los canelones recibe diferentes nombres según las distintas regiones de Italia donde se cocine?

En algunas regiones también se les conoce como “manicotti” o “maniche”. 

Aunque la receta que conocemos es reciente, el origen de los canelones incluso podría rastrearse hasta la época romana.

Se afirma que al filósofo Cicerón le encantaban los rectángulos de pasta con diferentes rellenos.

 

Canelones La Cocinera: 

rellenos de verduras, pollo, pescado, espinacas... ¡Descubre las que te proponemos nosotros!


Solo entendemos de un tipo de canelones:

Los que se hacen de forma rápida y sencilla sin renunciar a un sabor único, aptos para aquellos que no tienen mucho tiempo o no se desenvuelven bien en la cocina. Conocemos los pequeños trucos para lograr unos canelones perfectos, y los tenemos casi preparados para ti.

Con ingredientes seleccionados cuidadosamente. Nos tomamos todo el tiempo para prepararlos, para que tú no tengas que hacer nada.

Preparamos la pasta al huevo y la bechamel. Cocinamos el relleno a fuego lento
 y prestamos especial atención a la consistencia de la bechamel, para que la pasta no se derrumbe y puedas darle ese toque gratinado tan apetitoso.