Las espinacas son una de esas verduras que nunca fallan: ligeras, versátiles y llenas de vitaminas, fibra y minerales. Con muy pocas calorías y prácticamente sin grasas, se convierten en la base perfecta para preparar platos con espinacas completos, saludables y llenos de sabor. Ya sea para tus comidas con espinacas del día a día o para improvisar cenas rápidas y nutritivas, siempre aportan color y frescura a cualquier receta.
Por eso hemos preparado para ti tres ideas fáciles, rápidas y muy sabrosas que te ayudarán a incorporarlas más a menudo en tu menú.
Aprovecha todos los beneficios de esta verdura tan especial y disfruta cada bocado.
¡Solo tienes que seguir cada receta paso a paso!
Lasaña de espinacas y queso
Si te apetece una forma diferente y deliciosa de disfrutar esta verdura, nuestra lasaña de espinacas y queso es una opción fantástica. Su mezcla cremosa y su textura suave la convierten en un plato reconfortante que gusta a toda la familia.
Además, es una de las comidas con espinacas más prácticas que puedes preparar. Al venir prácticamente lista, solo necesitas unos minutos para tenerla en la mesa, ahorrando tiempo sin perder ese sabor casero tan especial que recuerda a la cocina de siempre.
Y si lo que buscas son ideas para cenas con espinaca, esta lasaña es perfecta: ligera, sabrosa y muy fácil de preparar. Solo tienes que dejarla unos minutos en el horno para conseguir un gratinado dorado irresistible… ¡y lista para disfrutar!
Canelones de espinacas con queso fresco
Los canelones de espinacas con queso fresco son una buena opción para los amantes de esta verdura.
Pon queso rallado muy fino en la mesa y los más queseros lo añadirán sobre los canelones. Si te gusta el queso fuerte el parmesano combinará muy bien con esta receta.
Croquetas de espinacas con toque a emmental
Si quieres darle un giro divertido a tus comidas, no puedes dejar de probar estas croquetas de espinacas con un toque de emmental. Suave, cremoso y lleno de sabor, este plato demuestra que los platos con espinacas pueden ser irresistibles incluso para los más pequeños. Además, están elaboradas sin colorantes y con 100% aceite de oliva, así que puedes disfrutarlas sin remordimientos.
Puedes prepararlas en sartén o freidora; antes de servir, pasa un papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro. Para darles un toque fresco y colorido, acompáñalas con una ensalada de lechuga o colócalas sobre un lecho de rúcula: ¡la presentación cuenta tanto como el sabor!
Y no olvides jugar con las salsas: una cremosa de roquefort o champiñones aportará un extra de intensidad, mientras que la clásica de tomate o la de mostaza serán tus aliadas si buscas sabores más tradicionales.
No hay excusas: estas croquetas son la prueba de que las comidas con espinacas pueden ser fáciles de preparar, divertidos de servir y absolutamente deliciosos. ¡Atrévete a probarlas y convierte tus comidas en un momento para disfrutar y compartir!
